Add parallel Print Page Options

Sí, el Señor te humilló dejándote pasar hambre y luego te dio a comer maná, alimento que no conocían tú ni tus antepasados. Él lo hizo para que comprendieras que no sólo de pan vive el ser humano, sino de la Palabra de Dios. En estos cuarenta años tus vestiduras no se han envejecido ni se te han hinchado los pies. Así podrás comprender que como un padre disciplina a sus hijos, el Señor te disciplina para ayudarte.

Read full chapter